"No tengo en la memoria un número exacto de allanamientos en La Rioja. Los resultados fueron negativos respecto a la localización de María de los Ángeles Verón, pero positivos respecto a los testimonios que aportaron los testigos encontrados en los allanamientos", dijo el ex comisario Jorge Tobar, al responder las preguntas del defensor de Irma Medina y José Fernando "Chenga" Gómez.
El principal investigador de la causa seguirá declarando la próxima semana, ya que por razones de salud de uno de los vocales del tribunal, las audiencias retomarán el martes. Ayer, Tobar habló sobre los allanamientos que se realizaron en La Rioja, y sobre la declaración de Blanca, una de las testigos que dijo haber visto a Marita en los prostíbulos de Medina.
"Hubo allanamientos en distintas whisquerías y domicilios, pero no sólo en los que eran de Medina y sus hijos, sino de otros, y también en el interior de la provincia", dijo Tobar. El ex comisario recordó que en una de esas medidas, cuando llegaron hasta la casa que "Chenga" tenía frente al boliche "Desafío", encontraron una computadora a la que acababan de sacarle la memoria. "Estaba inutilizada", afirmó.
En otro allanamiento, cuando los policías ingresaron a la vivienda de Gonzalo Gómez, su esposa Paola Ceballos corrió al patio trasero y en un tacho que contenía basura y agua, tiró dos teléfonos celulares. "Yo mismo los saqué y estaban inutilizados. Para la investigación hubiera sido importante si hubiese podido obtener los datos de esos celulares", manifestó el testigo.
"Erica era ella"
El abogado Carlos Posse, que fue el único que interrogó ayer, buscó que Tobar precisara detalles de la declaración de Blanca, la prostituta que dijo haber visto a Marita en un prostíbulo, y que dijo haberse fugado junto a dos chicas más por un ventiluz del "Desafío", y luego haberse subido a un camión.
Posse le preguntó si Blanca le había dado el nombre de las otras chicas. "No recuerdo, creo que me dijo que una de ellas era Erica", respondió Tobar, dubitativo. La aclaración la realizó Medina, quien gritó: "Erica era ella", en referencia a Blanca.
Cuando el abogado José D'Antona pidió que quedara constancia de los dichos de la imputada, la mujer volvió a intervenir, repitiendo lo dicho anteriormente. Cuando el presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena, le llamó la atención, Medina dijo que interrumpía porque estaba cansada de las mentiras de Tobar.
"Lo que pasa es que a las mujeres, cuando ingresan en las whisquerías, los dueños o encargados les retienen los documentos de identidad y son obligadas, ya sea que trabajen por su cuenta o contra su voluntad, a usar nombres de fantasía", explicó Tobar.
Luego, Posse pidió que explicara cómo era físicamente Blanca, y dónde quedaba el ventiluz, para tratar de demostrar que no era posible que escapara como dijo. "Mide aproximadamente 1,60 metro, cutis blanco, obesa, cabello castaño oscuro", respondió el comisario. Luego dijo que el ventiluz estaba a unos tres metros de suelo, pero que desde adentro la distancia era menor. Cuando le mostraron las fotos actuales del local, no dudó en afirmar: "El lugar fue modificado. Al ventiluz lo alargaron para abajo y le hicieron una ventana", precisó.